En Diciembre del año 91 fuimos a Molina con Pata, Paolo y Lorenzo.
La Pata pinchó con este perrito, y Paolo capturó el momento para siempre.
Una casa del camino.
Una planicie que 5 años antes estaba llena de actividad por el grupo.
Una vista de una caída al río, había que tener mucho cuidado, sobretodo de noche.Bueno, los recuerdos de esa excursión son muchos, como cuando tomamos una micro que nos dejó a poco avanzar de Molina muy pero muy lejos de Parque Inglés, caminando bajo la lluvia y de noche nos paró una camioneta que nos llevó hasta arriba y resultó ser el profesor del colegio de Radal donde pasamos la noche al calor de la salamandra.
1 comentario:
Cómo olvidar semejante odisea!!! Luego de trabajar toda la noche en una fiesta para juntar fondos para nuestro campamento, nos fuimos con lo puesto un domingo a Molina... por supuesto día de descanso y sin buses rurales. Cómo olvidar la larga caminata en medio de la oscuridad y la lluvia, el grito de Paolo a la única camioneta que pasó a nuestro lado y que finalmente nos llevó hasta la escuela de Radal, los niños llegando a clases el lunes temprano y nosotros priscos instalados en su sala... que tiempos aquellos!
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